FÙTBOL PAN Y CIRCO

 




Mucho se oye hablar en estos días de patriotismo, que apoyar a la selección nacional de futbol es de obligado cumplimiento para ser un buen ecuatoriano, que la tricolor nos representa a todos los que en este país vivimos y que quien no se suma a este pensar es como poco un advenedizo y un traidor a la patria. Pienso que equivocamos conceptos, ya que a mi entender un patriota, un buen ciudadano es aquel que se interesa por cumplir con lo establecido, que no se deja caer en corruptelas, que se educa de manera cívica para ser respetuoso y productivo con la sociedad y que se interesa en política local, nacional, ya sea de manera activa o ejerciendo sus derechos políticos con responsabilidad.

 

No cabe duda de que el futbol es un gran negocio, no solo a nivel local o doméstico, sino en todo el orbe, es una de las actividades que mas dinero mueve a nivel mundial y que tiene la capacidad de abducir a las masas, enardecerlas y llevarlas al paroxismo, en este punto mientras los hinchas chillan, increpan o aplauden según el caso, los directivos de los clubs cierran millonarios contratos y no solo de traspasos de jugadores. Piratas de cuello blanco y corbata que se frotan las manos haciendo caja, mientras la gente se hipnotiza, porque no es solamente el deporte lo que mueve dinero, son las marcas comerciales, las cadenas de televisión, la cerveza que van a consumir durante el evento, todo está pensado para que sea un negocio rentable.

 

Así el llamado deporte rey se convierte en un arma de manipulación y adoctrinamiento, donde de una manera muy pensada, se anuncian fichajes o se proponen partidos para que la población aleje su atención de lo que realmente importa y se hipnotice viendo a ventidos  tipos corriendo en pantalón corto detrás de una pelota, siempre he querido saber cuál es el éxito de ello. Los romanos ya tenían inventada la formula de la distracción cuando regalaban entradas para el circo y semillas de trigo a la población para dejar vía libre a los políticos para hacer y deshacer a sus anchas sin tener la mirada inquisidora del pueblo tras de la nuca. Pan y circo.

 

El 90% de los forofos del futbol son hombres, siendo este el deporte insignia del patriarcado más rancio, pero voy más allá, es tal el nivel de testosterona y de masculinidad violenta que el fútbol genera, que está estadísticamente comprobado que cuando el equipo pierde ,aumenta el consumo de alcohol y  la violencia de género hacia las mujeres porque el fanático ante la frustración del resultado, proyecta su ira contra los más débiles de su entorno, que por lo general son las mujeres ,los niños, los ancianos e incluso los animales, sin hablar de las reyertas callejeras, el destrozo al mobiliario urbano, la inseguridad que genera y el gasto publico en controlar a la masa enardecida y furibunda que se siente legitimada a arrasar con todo y con todos porque su equipo ha sido derrotado en el campo de juego… Eso es fanatismo, tan peligroso como el político o el religioso.

 

No estoy en contra del futbol como deporte, estoy en contra de la mafia en que se ha convertido, de la manipulación y de como se aprovecha de la incultura de la gente y del sentimiento patrio. Ya lo decía el poeta Rafael Amor en su cancionero El Loco de la Vía cuando hacía alusión a la patria. “Patria, patricio, patraña. Bandera ,banderita, banderola ,bandido”. No se puede justificar la violencia sea del tipo que sea y no se pude usar el deporte para apesebrar a la gente porque así nos va. Hacen falta más ovejas negras y menos borregos.

LEX DISCIPULLLIS

 

 

 

 


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